La esponja es el producto quizás mas imponte en tu rutina de piel, ya que con ella puedes difuminar la base, el corrector de ojeras, los contornos en crema, correctores neutralizadores, e incluso aplicar polvo suelto en la zona de las ojeras. Su gran ventaja es que permite mantener un control total sobre el tipo de acabado que deseamos sobre la piel.
Es recomendable lavarlas mínimo una vez al mes para evitar bacterias e imperfecciones en la piel. Es la preferida por los profesionales del maquillaje, ya que, al humedecerla, retiene la cantidad justa de agua para una aplicación de maquillaje muy natural y uniforme.
Cuanto más humedecida esté, más ligera será la cobertura que proporcione. Es ideal para mezclar productos y conseguir un acabado único sobre la piel.
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